Last Updated on 27 de diciembre de 2022 by Moninvest
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto sobre medidas de represalia por la imposición de un tope de precio al petróleo ruso por parte de Occidente, según reportes de la agencia de noticia Tass.
En concreto, el decreto prohíbe el suministro de petróleo ruso a los compradores que se unan a las restricciones de Occidente después de febrero de 2023.
«Está prohibido el suministro de petróleo y productos petrolíferos rusos a personas físicas y jurídicas extranjeras, siempre que los contratos para estos suministros prevean directa o indirectamente el uso de un mecanismo de fijación de precios. La prohibición establecida se aplica en todas las etapas de suministros al comprador final«, según el decreto, que fue publicado el martes.
El documento entra en vigor el 1 de febrero de 2023 y es válido hasta el 1 de julio de 2023.
La prohibición de suministro de petróleo establecida por este decreto se aplicará directamente a partir del 1 de febrero.
La prohibición del suministro de productos petrolíferos rusos se aplicará «a partir de la fecha determinada por el gobierno de la Federación Rusa, pero no antes de la fecha de entrada en vigor de este decreto».
Tope de precio al petróleo ruso
Las naciones del Grupo de los Siete (G-7), junto con la Unión Europea (UE), impusieron un tope de precio al petróleo ruso que entró en vigor este mes.
El tope impide que Rusia venda petróleo a más de 60 dólares el barril, una medida que pretende castigar a Moscú por invadir Ucrania y, al mismo tiempo, carcomer el cofre de guerra de Putin.
Según las nuevas reglas, las naciones que venden petróleo ruso por encima del precio tope pueden perder el acceso a los servicios esenciales para los envíos de petróleo a través de aguas internacionales, como los seguros y la financiación del comercio.
El G-7 está compuesto por Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido, y las empresas de esos países controlan alrededor del 90 por ciento del mercado de seguros marítimos.
Rusia, el tercer mayor productor de petróleo del mundo, ha desviado gran parte de su petróleo destinado a Europa a China, India y Turquía, otorgando a esas naciones grandes descuentos para el producto energético.