La economía de Estados Unidos experimentó un crecimiento más lento de lo previamente estimado durante los primeros tres meses de 2023, según datos revisados publicados por el Departamento de Comercio el jueves.
El Departamento de Comercio informó que el producto interno bruto (PIB) aumentó un 1.3 por ciento en el primer trimestre, en comparación con el incremento previamente estimado del 1.1 por ciento. Los economistas esperaban que la tasa de crecimiento del PIB se mantuviera sin cambios.
Este crecimiento del PIB, que resultó ser más sólido de lo estimado inicialmente, se debió principalmente a una revisión al alza de la inversión privada en inventarios.
A pesar de la revisión al alza, el crecimiento del PIB en el primer trimestre sigue reflejando una desaceleración en comparación con el fuerte aumento del 2.6 por ciento observado en el cuarto trimestre de 2022.
La desaceleración del crecimiento del PIB se debe principalmente a una disminución en la inversión privada en inventarios y a un freno en la inversión fija no residencial.
Por qué los inversores se preocupan
El PIB es la medida global de la actividad económica. Los inversores deben seguir de cerca la economía porque generalmente dicta cómo se comportarán las inversiones. A los inversionistas en el mercado de valores les gusta ver un crecimiento económico saludable porque la actividad comercial sólida se traduce en mayores ganancias corporativas. Los inversores en bonos son más sensibles a la inflación y una actividad económica robusta podría allanar el camino hacia la inflación. Mediante el seguimiento de datos económicos como el PIB, los inversores sabrán cuál es el contexto económico para estos mercados y sus carteras.
El informe del PIB contiene un tesoro de información que no solo pinta una imagen de la economía en general, sino que informa a los inversores sobre tendencias importantes dentro del panorama general. Los componentes del PIB, como el gasto de los consumidores, la inversión comercial y residencial, y los índices de precios (inflación), iluminan las corrientes subterráneas de la economía, lo que puede traducirse en oportunidades de inversión y orientación en la gestión de una cartera.
Interpretación
Cuando el producto interno bruto se expande más (menos) rápidamente que su potencial, los precios de los bonos bajan (suben). Un crecimiento saludable del PIB generalmente se traduce en sólidas ganancias corporativas, lo que es un buen augurio para el mercado de valores.
Las cuatro categorías principales del PIB (gastos de consumo personal, inversión, exportaciones netas y gobierno) revelan información importante sobre la economía y deben monitorearse por separado. De este modo, se pueden determinar las fortalezas y debilidades de la economía para evaluar alternativas y tomar decisiones de inversión financiera apropiadas.
Los economistas y los participantes del mercado financiero monitorean las ventas finales: el PIB menos el cambio en los inventarios comerciales. Cuando las ventas finales crecen más rápido que los inventarios, esto apunta a aumentos en la producción en los próximos meses. Por el contrario, cuando las ventas finales crecen más lentamente que los inventarios, indican una desaceleración en la producción.
Es útil distinguir entre la demanda privada y el crecimiento del gasto público. Los actores del mercado descuentan el crecimiento en el sector gubernamental porque depende de la política fiscal más que de las condiciones económicas.
Los participantes del mercado ven favorablemente el aumento de los gastos en inversión porque amplían la capacidad productiva del país. Esto significa que podemos producir más sin provocar presiones inflacionarias.
Las exportaciones netas son un lastre para el PIB total porque Estados Unidos importa regularmente más de lo que exporta, es decir, las exportaciones netas son deficitarias. Cuando el déficit de exportación neto se vuelve menos negativo, se suma al crecimiento porque se resta una cantidad menor del PIB. Cuando el déficit se amplía, resta aún más del PIB.
El producto interno bruto está sujeto a cierta volatilidad trimestral, por lo que es apropiado seguir los cambios porcentuales año tras año para suavizar esta variación.